Diaconisa mayor Deokbun Jang (62 años), Zona 17, Iglesia Central Manmin

El 13 de septiembre del 2017, yo tuve dificultades para respirar y me volví letárgica. Fui al hospital para un control, pero el médico me dijo que no era nada y me indicó que regresara dos semanas después. Pero al regresar a casa, mis síntomas empeoraron. Yo estaba sin aliento, incluso tras caminar pocos pasos. No tenía fuerzas. Tuve que parar y descansar varias veces durante el cepillado de mis dientes.

El 27 de septiembre visité el hospital de nuevo y el médico estaba sorprendido por mi condición. Sugirió un examen exhaustivo. Fui hospitalizada al día siguiente porque no había una habitación disponible el día de mi llegada. Me sometí a exámenes de sangre, tomografías, endoscopías de los bronquios y electrocardiogramas. Pude sentir la ansiedad de los médicos que revisaban mis síntomas. Luego escuché que varios habían llegado al hospital con síntomas similares y que murieron antes de que las causas fueran encontradas.

El día 29 me diagnosticaron neumonía intersticial. Yo estaba en un estado muy grave, pero no estaba preocupada porque dos días más tarde me reuniría con el Pastor Principal, el Dr. Jaerock Lee, quien regresaba de su casa de oración de la montaña para el 35.o aniversario de la iglesia.
Al siguiente día, el pastor de mi zona me visitó y oró con el pañuelo sobre el cual el doctor Lee había orado (Hechos 19:11-12). Después de la oración, el fuerte dolor punzante en mi pecho había desaparecido, pero aún tuve dificultades para respirar. Yo no podía lograrlo sin el respirador. No tenía fuerzas en absoluto. Ni siquiera podía mover mis dedos. Seguí arrepintiéndome ante Dios y soporté con la esperanza de ver al Pastor Principal.

En la mañana del 1 de octubre, yo salí del hospital en silla de ruedas con la ayuda de mi familia, aunque los médicos me detuvieron. Yo creía sin duda que mi Dios vivo podría curar mi enfermedad. Antes del servicio dominical matutino, yo entré al santuario principal. Mi corazón estaba en paz, y mi único deseo era recibir la sanidad mediante el poder de Dios y darle la gloria a Él.

Cuando recibí la oración del Pastor Principal después del mensaje, mi corazón se volvió caliente y se sentía cálido y suave. Me sentí muy feliz. Pensé: He sido sanada. Me sentí fortalecida y caminé hasta el estacionamiento después del servicio por mí mismo, sin la silla de ruedas.

Cuando llegué al hospital, salí del automóvil y me dirigí a la habitación sin ayuda. Pude hablar con otras personas. Mi estado mejoró hasta ese punto. Durante las vacaciones de Chuseok, cada mañana yo recibí la oración pregrabada del Pastor Principal y escuché los sermones y las alabanzas de Manmin. Fue una oportunidad para que yo mantuviera en mente cuán grande es la bendición de ser guiado por Dios a esta preciosa iglesia yvivir con esperanza por el cielo.

El 8 de octubre, obtuve la certeza de que había sido sanada completamente durante el servicio dominical matutino. Me sentía como si hubiera salido de un túnel largo y oscuro. Ya que una gran alegría recayó sobre mí, yo incluso quise danzar en el altar. Después del servicio dominical vespertino, volví al hospital y me sometí a muchas pruebas. Entonces, se me permitió salir del hospital. ¡Aleluya!

Al día siguiente (9 de octubre) comenzó la reunión especial de oración de Daniel. Desde el primer día, Dios derramó la gracia del arrepentimiento sobre mí. Cada vez que iba a la iglesia, recibía nueva fuerza y me recuperé rápidamente. Ahora estoy sana y llena de mi primer amor y del amor de Dios.
Doy todas las gracias y la gloria a Dios quien me sanó y también al Pastor Principal por sus oraciones amorosas por mí, las cuales no contaron mis deficiencias.


Antes de la oración


El incremento de matices en ambos lóbulos inferiores pulmonares está confirmado, lo que implica la neumonía.

Después de la oración


Se confirma que no hay síntomas de neumonía.