-Diaconisa Gwi-lye Kim (56, Iglesia Manmin Kwangju del este)

Habiendo estado atormentada por insomnio desde que tenía 17 años, pasaba sin dormir por una semana, 10 días y a veces hasta más. Mi memoria también sufría y constantemente me sentía con letargo de pies a cabeza. Cuando el insomnio se unió a mi enfermedad del corazón, sentía un gran peso en el pecho, probé de todo lo imaginable para curarme pero todo fue en vano.
Pero un día de abril del 2004, leí una copia del noticiero Manmin que mi hija Yu-ra había traído a la casa. En este se reportaba de las obras maravillosas del poder de Dios sanando toda clase de enfermedades terminales, padecimientos y dolencias manifestadas a través de la oración del Rev. Jaerock Lee.
El mes siguiente, visité la Iglesia Manmin Kwangju del este que está cerca de mi casa. Sin embargo, no había progreso en mis enfermedades, aunque estaba recibiendo gracia a través de los mensajes, sin una verdera fe, mi corazón entró en conflicto. Entonces un día el Rev. Yeon-ok Jung, pastora de esta iglesia, me visitó con una caja de peras coreanas, diciéndome simplemente que Dios la había guiado a visitarme. En ese momento, fui profundamente tocada en mi corazón y la Iglesia Manmin del este se convirtió en mi iglesia familia. Al tener paz en mi corazón empecé a dormir mejor poco a poco.
Los mensajes del Rev. Dr. Jaerock Lee que escuché a través de la transmisión en vivo, fueron más dulces que la miel del panal. Luego un día del año 2005, recibí la gracia de rendir mi corazón en arrepentimiento, porque antes visitaba adivinadores y practicaba el exorcismo antes de creer en Dios. Cuando me rendí a Él y empecé a destruir la barrera de pecado que me separaba de Dios, el insomnio disminuyó. Para recibir una sanidad completa asistí a “La reunión de oración Daniel” cada noche, ayunaba y buscaba a Dios más desesperadamente.
Luego tuve una experiencia maravillosa cuando asistí al retiro de verano en Agosto del 2006. Cuando recibí la oración del pastor Rev. Dr. Jaerock Lee por los enfermos después de su predicación, sentí un fluir de electricidad, que primero pasó por mi pecho, envolvió mi cuerpo, el fluir fue tan poderoso que mi cuerpo tembló.
Desde esa misma noche, empecé a dormir bien y la enfermedad del corazón se fue del todo. Aleluya.