Anciano Jangseok Ahn (57 años), Zona 18, Iglesia Central Manmin


Después de trabajar para LG como ejecutivo por 23 años, me trasladé a una empresa japonesa de semiconductores y trabajé como director en jefe de desarrollo. En septiembre de 2016, luego de haber trabajado allí durante 9 años, me dieron un aviso diciendo que no sería capaz de renovar el contrato conmigo. Decidieron cambiar de ejecutivos ya que la economía de Corea estaba progresando en desventaja de la empresa.

Le hablé a mi Pastor Principal, el doctor Jaerock Lee. Él oró para que fuera guiado al mejor camino. Entonces, decidí obtener ayuda de una red social que había establecido y sus reclutadores. Pasé días muy ocupados haciendo planes y llevándolos a cabo. Contrariamente a mis expectativas, no hubo ofertas que yo quería. A partir de enero de 2017, comencé a trabajar como director ejecutivo en un negocio de riesgo que uno de mis conocidos había comenzado. Sin embargo, puesto que no era mi campo, no estaba satisfecho con el trabajo. En retrospectiva, creo que traté de hacerlo por mi cuenta en lugar de pedir ayuda a Dios por medio de la oración.

Mientras tanto, la Reunión Especial de Oración de Daniel comenzó el 20 de febrero. Oré fervientemente para llevar el fruto de la bendición y ofrecí mi oración durante los 42 días. Después de una de las reuniones de oración, recibí ofertas de trabajo de dos compañías, pero pensaron que mi experiencia de trabajo era demasiado para ellos. Las ofertas terminaron siendo retiradas por razones inesperadas.

Yo creía que Dios guiaría mi camino mientras el Pastor Principal oraba por mí y yo oraba confiando más en Dios. En el día 40 de la última semana de la Reunión de Oración Especial de Daniel, me dieron una oferta de trabajo como gerente general de la compañía de componentes afiliados de LG Electronics que se hizo pública en KOSDAQ. Sus ventas alcanzan los 100 millones de dólares. El director ejecutivo me pidió que le dijera todo lo que quería, y aceptó mis peticiones. Comencé a trabajar el 1 de abril. ¡Aleluya!

Doy todas las gracias y gloria a Dios que me enseñó lo que es confiar en Él y me guio al mejor camino.