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| Noticias Manmin   No. 223 | HIT 5073 | DATE 2016-10-23
 
El significado de la cruz



Se dice que la cruz de madera es un símbolo del cristianismo. Es porque la cruz representa el amor de Dios, es decir, la provisión de salvación por medio de Jesucristo. Al comprender el significado espiritual de la cruz podemos vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y convertirnos en Sus verdaderos hijos. Analicemos su significado.


Primero: la cruz representa la «maldición»

En los tiempos antiguos, la crucifixión era un castigo terrible para los criminales que hubieran cometido un crimen imperdonable. Nuestro Jesús fue puesto así en una cruz en lugar de los pecadores que estaban bajo la maldición de la ley espiritual (Gálatas 3:13).

La «maldición de la ley» significa la maldición de la ley espiritual como se menciona en Romanos 6:23 donde dice que «la paga del pecado es muerte». Debido a que Adán cometió el pecado de la desobediencia, sus descendientes heredaron el pecado y todos los seres humanos son pecadores porque ellos nacen con ese pecado original. Es decir, todos los humanos cometen pecado que los lleva al camino de muerte espiritual como resultado de que la paga por el pecado es la muerte.

Si alguien trata de liberar a estos seres humanos «pecadores» de esta maldición de la ley, debe pagar el precio de la maldición por sí mismo. Por esto, Dios el Padre permitió que Jesús fuera colgado en el madero que simboliza la maldición.

Respecto a esto, Jesús le dijo a Nicodemo en Juan 3:14-15: «Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna».

Al tomar la cruz, Jesús venció la autoridad del enemigo diablo y Satanás. Dado que el enemigo diablo y Satanás mató a Jesús siendo libre de pecado, quebrantó la ley espiritual y por eso Jesús resucitó de la muerte. Por lo tanto, mirar a Jesús en la cruz equivale a mirar con fe para ver la muerte de la autoridad del enemigo diablo y Satanás.

Aunque Jesús fue colgado en la cruz, lo que es un símbolo de la maldición, cuando lo vemos a través de la fe podemos recibir el don de la vida eterna. Para aquellos de nosotros que creemos en el Señor, la cruz ya no es un símbolo de «maldición», sino de «bendición».


Segundo: la cruz conlleva el significado del «sacrificio»

Con respecto a esto, Hebreos 9:12 dice: «Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención». Hebreos 9:22 dice que sin derramamiento de sangre, no hay perdón de pecados. Para redimirnos del pecado, Jesús derramó Su sangre. Para liberarnos a los que solíamos ser esclavos del pecado y para convertirnos en hijos de Dios, Él pagó el enorme precio del sacrificio.

El látigo que usaron para este paso fue diferente a los comunes. En los extremos contenía esferas metálicas, huesos puntiagudos y fragmentos de hierro que sobresalían. Una vez que golpeaban, además de los moretones, la carne era rasgada y hasta arrancada del cuerpo. Una vez que el músculo es desgarrado del hueso, la carne queda colgada. Debido al sangrado excesivo, la presión sanguínea descendía y el delincuente llegaba a un estado de choque hipovolémico. Dado que el cuerpo pierde mucha sangre, necesita líquido, por eso el criminal siente demasiada sed.

Tenía también que cargar la viga transversal de la cruz hasta el lugar de la ejecución. Una viga transversal típica medía dos metros de largo y pesaba alrededor de 40 kilos (100 libras). El que estaba siendo crucificado estaba débil. Su cuerpo estaba destrozado después de los azotes. Aun así cargaba aquella pesada cruz. Lo pegaban a la cruz atravesando clavos a través de sus manos y sus pies. Los clavos eran grandes, de aproximadamente 13 a 18 centímetros de largo (7 a 9 pulgadas). Lo clavaban por encima de la muñeca. Los pies se colocaban uno encima del otro y se atravesaban con un clavo entre el segundo y el tercer hueso del metatarso. Así los nervios quedaban completamente destruidos.

Al colgar de la cruz con las manos y los pies clavados, los brazos se estiraban y sus cuerpos se separaban. Ambos hombros se dislocaban. Por el peso del cuerpo ambos brazos y los hombros eran presionados hacia abajo, y eso dificultaba la respiración. No había oxígeno suficiente. Luego la sangre recibía demasiado dióxido de carbono y el corazón comenzaba a latir de forma irregular. Las investigaciones modernas dicen que las víctimas de la crucifixión sufrían cerca de mil desmayos en la cruz. Al final el delincuente moría poco a poco.

La crucifixión era el castigo que causaba el dolor más grande a las víctimas. Nuestro Jesús fue quien sufrió esa crucifixión. Debemos grabar en nuestro corazón cuán inmenso fue Su sacrificio por nosotros.


Tercero: la cruz significa «amor»

1 Juan 4:10 dice: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados». Es Su amor por ustedes y por mí. Debemos recordar que Dios nos ama al punto de entregar a Su Hijo unigénito Jesús a la cruz como un sacrificio expiatorio.

Dios el Padre sabía de antemano cuán terrible sería el dolor que debía sufrir Jesús. Había solo una razón por la que permitió que Jesús fuera colgado en la cruz. Es Su amor por ustedes y por mí. Esta era la única manera de salvar a los pecadores. Era la forma que el enemigo diablo y Satanás jamás imaginaría. Con ese amor sacrificial que trasciende la justicia, Jesús abrió el camino de salvación para los seres humanos.

Cada vez que miremos la cruz, debemos recordar este amor. Debemos recordar que Dios nos ama al punto de entregar a Su Hijo unigénito Jesús a la cruz. Los que sienten y entienden este amor con sus corazones vivirán sus vidas de forma distinta a aquellos que no entienden.

El apóstol Pablo confesó en Gálatas 2:20: «Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí». Los que entendieron el amor de la cruz deben vivir sus vidas por fe siguiendo la voluntad del Señor para Su gloria.


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