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2016 Petición de Oración | Dios mide nuestra fe | Conferencia sobre 1 Juan

 
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Title
   Amor Espiritual(9) - Amor Espiritual 9    
Speaker
   Rev. Jaerock Lee
Pasaje
   1 Corintios 13:4
Date
   2008-10-09



La Escritura de Hoy

1ra de Corintios 13:4 "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece"

Amados Hermanos en Cristo y Estimado Público Televidente:
Esta es la 9 prédica de la serie "Amor Espiritual". Esta es la 9 prédica de la serie "Amor Espiritual". Hoy continuaré compartiendo con ustedes sobre la bondad espiritual. Los animo a que hagan de la Palabra de Dios su pan espiritual. Tal vez puedan saber mentalmente la Palabra, pero si no conocen su significado espiritual, no llegaran a tener una perfecta bondad.
Cuando alguien ve a una persona de corazón generoso y humilde, se dice que tiene un corazón tan ancho como el mar. La mayor parte del agua que circula en la tierra desciende de las montañas y valles a través de los ríos y arroyos para desembocar en el mar. El mar no sólo recibe el agua, sino también todo lo que viene con ella. Hay veces es agua limpia, pero otras viene mezclada con desechos industriales o con desperdicios de las ciudades. El mar recibe tranquilamente todo esto. Y no solo lo recibe, también limpia y purifica diversas impurezas. Y como el mar acepta y purifica todo, se dice que el mar sustenta la vida en el planeta tierra.
Desde luego, Dios desde un inicio puso sal en el mar para purificarlo, porque la sal es el principal elemento purificador en el agua de mar. No es coincidencia que el agua de mar sea salada. Se han preguntado alguna vez: ¿Por qué el agua de mar es salada y no así el agua de río? Porque es la voluntad de Dios preservar la vida en la tierra. No es un accidente.
Si cada uno llega a tener un corazón tan amplio como el océano, podrá entender y guiar a la santificación a cualquier alma sin importar el pecado que haya cometido y así infinidad de personas serán salvas y llegarán a los pies del Señor. A través de este mensaje deseo que todos ustedes sean llenos de la gracia de Dios y lleguen a tener este corazón bondadoso, tan ancho y tan extenso, como el océano. Hermanos: Mateo 5:5 cita: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Aquellos de entre ustedes que no tiene casa propia, podrán tenerla cuando lleguen a ser tan mansos y gentiles como lo señala la Biblia. Las propiedades en este mundo son cosas pasajeras, pero se imaginan lo maravilloso que será tener una morada en el reino de los cielos. Es mi oración, en el nombre del Señor Jesucristo, que todos ustedes lleguen a heredar una hermosa mansión en el reino celestial. En este pasaje, tierra no se refiere a la tierra de este mundo. Describe la heredad o propiedad que se nos concederá en el cielo.
Amados Hermanos y Amigos:
En la última prédica, les hable de la bondad como una de las características del amor. Con un corazón bondadoso y compasivo, podrá entender y acoger a cualquier persona; y muchos encontrarán alivio y consuelo en usted. Es decir; su corazón será tan suave como el algodón o como la fresca sombra que da un frondoso árbol. También debe recordar que el ser ingenuo y simplemente sonreír en toda clase de situación no hace que tenga bondad espiritual.
Incluso aquellos que son perversos sonríen a menudo. Los que siempre están sonriendo en las tiendas o supermercados; ¿Lo hacen acaso porque son gentiles y amables? Sonríen porque es su trabajo y porque le pagan por hacerlo. A esas personas no se le se les puede llamar gentiles ni bondadosas tan solo porque saben sonreír.
Cuando su corazón no tiene maldad alguna sino que está lleno de amor espiritual, podrá pacientemente esperar y perdonar, sin importar los problemas que los demás le causen. Esta es la verdadera bondad. Para explicarlo más claramente: Bondad espiritual es tener bondad o compasión interior e integridad y honestidad exterior. Repito Hermanos: "Cuando en su corazón no haya nada de maldad, sino que esté lleno de amor espiritual, podrá esperar pacientemente y perdonar sin importar los problemas que los demás le causen. Esa es la verdadera bondad. Bondad espiritual es tener compasión en su corazón y ser honesto exteriormente."
Como he dicho: La bondad espiritual no solo es sentir compasión en el corazón, sino también ser íntegro en su forma de vida. Aun cuando tenga bondad interior, si no la demuestra exteriormente, no tendrá bondad espiritual. No importa lo compasivo que pueda ser interiormente, si no es íntegro, su bondad no podrá resplandecer sino más bien se diluirá. Por ejemplo: Alguien es muy gentil. Tiene buen corazón y no tiene maldad. Pero cuenta chistes y se comporta de manera graciosa. ¿Diría usted que es bondadoso y gentil? Por eso debe ser tierno y bondadoso interiormente e íntegro y correcto en su comportamiento. Si alcanza esta integridad. Podrá ganarse el corazón de muchas almas y hacer cosas mayores. Ahora les explicaré que es lo que deben de hacer para tener bondad interior.
Hermanos:
A fin de alcanzar la bondad, en primer lugar, debe echar fuera toda clase de maldad de su corazón y llegar a la santidad. Les dije que esa clase de corazón es como el algodón.
Ahora bien. ¿Cómo es el algodón? El algodón no es duro sino suave. Es moldeable. Cuando una piedra cae sobre algodón, no hace nada de ruido, más bien amortigua su caída. ¿Se imaginan lo maravilloso que es tener esta clase de corazón? Muchas personas hallaran allí alivio y consuelo. Aun si alguien lo golpea, lo podrá comprender con amor. Incluso si lo insultan, podrá entenderlo. Entonces, ¿Quién podría ser su enemigo? De la misma manera, alguien bondadoso no gritará aun si tratan de buscarle pleito, sino que entenderá y acogerá a esa persona como el algodón.
Si tiene un corazón marcado por el odio, los celos y la envidia; o endurecido por la arrogancia y por una forma de pensar obstinada y terca, será difícil que pueda entender y aceptar a los demás. Es como si una piedra cayera sobre un objeto sólido. Haría mucho ruido y rebotaría.
De la misma forma, si su YO carnal aun está vivo, hará ruido y causará problemas, sin importarle la incomodidad que ocasione a los demás. Asimismo, se quejará, murmurará o se resentirá. Y con aquellos que hayan cometido un pecado, falta o error, no los comprenderá sino más bien los juzgará, condenará, los difamará y murmurará en contra de ellos.
¿Y cómo es un corazón así? Es como un vaso muy pequeño que no tiene capacidad para recibir nada. Si trata de poner algo en un vaso pequeño, se llenará hasta el borde y se rebalsará. Un recipiente grande puede contener mucha agua, pero uno pequeño, solo poca, y se llenará rápidamente. Esta clase de corazón es como un vaso pequeño. Un vaso muy pequeño.
Es como el corazón de una persona de mente estrecha. Frecuentemente usamos esta expresión "alguien de mente estrecha." Por eso, debe conocer el significado de esta palabra y así saber si tiene una mente estrecha o no. Cuando alguien lo señala, quizás pueda sentir cierto resentimiento, o cuando alguien está conversando intentará escuchar a ver si están hablando de usted. Así es alguien con mente estrecha. Una persona de mente ancha y abierta no presta atención a los chismes. No le interesa si los demás hablan mal de él; ni trata de averiguar si están comentando sobre él. Como no se atreven a decírselo directamente, pasa por alto cualquier ofensa. Ahora bien: Si alguien le dice algo en forma directa, entonces dará las explicaciones del caso. Jamás se preguntará: "¿Estarán hablando mal de mí? Eso es lo que hace alguien de mente estrecha. Para tener esta clase de corazón amplio, debe echar fuera los rasgos propios del hombre de mente estrecha. Cuando se haya despojado de todos ellos, entonces podrá entender y acoger a todo tipo de persona. La santificación y el NO tener maldad en el corazón son las condiciones básicas para tener bondad y compasión. Y es porque al no tener maldad, podrá valorar y apreciar a otros de corazón, y los verá con bondad y amor. Alguien con corazón bondadoso verá a los demás con compasión y misericordia. Si tiene maldad y falta de amor en su corazón, los juzgará y condenará. Más aún, tal vez incluso llegue a pagarles mal por mal. Ahora bien, Dios es el ser más bondadoso que existe. Se ha preguntado alguna vez: ¿Cómo es Su corazón?
Al respecto, Jeremías 29:11 cita "Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis" Esta palabra le fue dada a Israel cuando el reino de Judá no guardó la Palabra de Dios, pecó gravemente; y fue destruido por Babilonia y el pueblo fue llevado cautivo a otras tierras En el corazón de Dios está siempre el deseo de dar a sus hijos vida, paz y esperanza, aun si están viviendo en pecado. Dios gobierna con justicia sobre todas las cosas, pero la esencia del corazón de Dios es AMOR.
Estimados Amigos:
A través del pasaje que encontramos en Salmos 103: 8-14, deseo que lleguen a sentir el corazón y el amor que nuestro Dios y Padre tiene por el ser humano; y por Sus hijos. Y cita la Escritura: Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia.
(Podrá entender completamente esta palabra, cuando llegue al nivel de fe de un padre; es decir, cuando su fe madure. Los que llegan a este nivel de madurez espiritual, conocerán íntimamente a Dios.)
Repito: "Lento para la ira". ¿Cuántas personas siempre culpan a Dios por todo? Si le va bien en el trabajo o en los negocios, se debe a su propio esfuerzo. Pero si le va mal, es culpa de Dios. Si llueve bastante y hay inundaciones, Dios es el responsable. Y si no llueve, aun los no creen en Dios, le echan la culpa. Repito. Si le va bien en los negocios es porque ha trabajado mucho y es inteligente. Pero cuando su negocio quiebra, ahí culpa a otros o a Dios.
Por eso, muchos hablan lo que no deben hablar. Y también lo hacen los cristianos. Cuando por una equivocación les pasa algo; se preguntan: "¿Por qué Dios no me protegió?". No viven de acuerdo a la Palabra de Dios y no tienen fe para que Él los proteja. Por ejemplo: No respetan las reglas de tránsito y tienen un accidente; y entonces dicen que Dios no los protegió. ¿Qué puede hacer Dios en ese caso? Dejará que se fracture la muñeca o el brazo para que no vuelva a violar las reglas de tránsito. ¿Cuántos cristianos, o no cristianos, niños y adultos culpan a Dios por todo? Sin embargo, Dios es lento para la ira. Es paciente y nos da la lluvia temprana y la tardía. Incluso en esos ejemplos, sabemos que Dios es lento pata la ira. Prosigue la cita.
No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. (Si se arrepiente y vuelve a los caminos de Dios, Él lo perdonará. Continúa el versículo) No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. (Si Dios nos hubiera pagado conforme a nuestros pecados, nadie estaría vivo. Sigue el versículo) Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, (Sabe lo lejos que está el Este del Oeste. Está infinitamente lejos. Continúa la cita) Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. (Y también dice que jamás las recordará. Prosigue la escritura) Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. (Si quiere saber cómo temer al Señor, lea proverbios. Encuentre el pasaje. No se los voy a decir ahora. Finaliza el versículo) Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo.
Dios conoce nuestra condición. Frecuentemente muchos de ustedes deciden hacer algo, y sin embrago, no lo cumplen. Tal vez se propongan venir a las reuniones de oración de Daniel "No importa lo que pase." Pero si un amigo viene y le dice para ir a una fiesta o para hacer un negocio, entonces, no cumple con lo que prometió. En el primer y segundo nivel de fe quizás se pueda hacer esto. Pero en el tercer nivel nunca podrá dar este tipo de pretexto o de excusa.
"Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo." Dios nos ama mucho. Y como sabe que somos formados del polvo, nos comprende en verdad y pacientemente espera. Si se despoja de toda forma de maldad y llega a la santidad, podrá entender el corazón de Dios y reflejar Su corazón; y verá todo de acuerdo a Su perspectiva. Entonces, no deseará juzgar ni condenar a los demás; más bien procurará comprenderlos y vivir en amor, en bondad y en armonía con todos. Entonces, el que se le acerque con malas intenciones, hallará consuelo en usted y ese corazón de hielo se derretirá. Alcanzar la santificación es lo más importante para los líderes de la iglesia que enseñan y guían a otras almas. Si la más pequeña maldad, como la arrogancia o su propio criterio y forma de pensar, permanecen en usted, le vendrán pensamientos carnales y no podrá discernir la condición de los demás. No podrá guiarlos a pastos verdes ni a aguas de reposo como nuestro Señor, el Buen Pastor. Y es porque no llega a discernir en forma clara la voluntad de Dios. En lugar de ello, los guiará de acuerdo a su propio criterio. Y de acuerdo a su opinión, creerá que eso es bueno, pero no será conforme a la voluntad de Dios. Sólo cuando haya alcanzado la total santidad y no tenga maldad alguna, podrá ser guiado completamente por el Espíritu Santo, y en contrapartida guiará a las almas por el mejor camino, al discernir en forma precisa la condición de cada uno de ellos.
Queridos Hermanos y Amigos:
La razón por la que tienen que limpiar su corazón de toda maldad y alcanzar la santidad para llegar a tener un corazón benigno y bondadoso es porque sólo al no tener maldad, Dios podrá considerarlo realmente bondadoso y benigno.
Es muy importante que Dios acepte su mansedumbre y humildad. Si aun no ha llegado a la perfección, corre peligro de -al escuchar las predicas- formar su propia opinión de lo que considera verdadero o no, pensando que eso o aquello es la regla de la bondad o compasión.
Muchos creyentes forman sus propios patrones de pensamiento luego de haber aprendido enseñanzas equivocadas. Por ejemplo: Algunos dicen: "Sólo lo nuevos creyentes oran en voz alta y los que tienen fe lo hacen en voz baja. Y añaden ¿Acaso solo Dios escucha cuando gritan?" Y así enseñan a los demás. Y habrá quienes crean que eso es cierto. Sin embargo, si lee la Biblia, encontrará la respuesta correcta. Nuestro Señor Jesucristo, los padres de la fe, el apóstol Pedro y muchos otros, oraron siempre clamando a Dios en voz alta. Y Dios nos manda a clamar en nuestras oraciones. No obstante, esos falsos maestros enseñan lo opuesto a lo que dice la Biblia.
Si usa su razonamiento carnal, eso parece lógico y hasta correcto. Sólo los recién convertidos deberían clamar al orar; y aquellos que ya tienen fe deberían de orar en voz baja. Hasta suena razonable. ¿Verdad? Sin embargo, la Biblia no nos enseña esto. Nos manda a CLAMAR. ¿Acaso nuestro Señor Jesucristo oró en voz baja? Él oraba intensa y fervientemente tanto así que su sudor era como gotas de sangre. De esta manera, puede encontrar las respuestas en la Biblia.
La Escritura nos dice que cierto ciego clamó de esta manera. "Jesús. Hijo de David." Y dice el pasaje que Sus discípulos trataban de callarlo porque aún no tenían conocimiento del reino espiritual. Y dice el pasaje que el hombre clamó aún más fuerte. Y por eso, el Señor se le acercó y le concedió su petición.
En otro momento, nuestro Señor también clamó en voz alta: "Lázaro. Ven fuera." Hacía 4 días que Lázaro había muerto y, cita el versículo, que ya olía mal. Aun así, Jesús clamó fuerte: "Lázaro. Ven fuera" El alma de Lázaro ya había dejado su cuerpo así que no necesitaba clamar en voz alta. Y aun así lo hizo. ¿Es que no pueden discernir el significado espiritual de esto al leer la Biblia? Si Dios nos manda orar en voz alta, es porque esa es Su voluntad. Si no conoce la voluntad de Dios sobre esto, entonces debe orar para saber por qué Dios nos manda a clamar en voz alta. Pero si enseña a los nuevos creyentes que solo ellos deben orar clamando; pensarán que eso es cierto. Ellos simplemente creen lo que se les enseña. Otros dicen además que orar en lenguas es una herejía. Algunos creen eso también. Han sido mal enseñados.
Volviendo a la prédica: Hablemos ahora un poco del capítulo 12 de Números. Este capítulo nos ayudará a entender que el modelo o ejemplo humano de mansedumbre o humildad es completamente diferente al modelo divino. En este capítulo Aarón, el hermano de Moisés, y su hermana María, reprenden a Moisés porque ellos no estaban de acuerdo con sus decisiones. Números 12:2 cita: "Y dijeron: (Noten que Aarón y María son los hermanos mayores de Moisés) ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová".
Incluso cuando habla con alguien aquí, en esta tierra, Dios está escuchando. Y en este pasaje, ellos estaban hablando con Moisés. ¿No creen que Dios estaba escuchando la conversación? Aarón y María dijeron que no sólo a Moisés Dios le había hablado, sino también a ellos. En otras palabras: Dijeron que también podían oír la voz de Dios y hablar con Él. Y por eso tenían derecho a increpar y llamar la atención a Moisés.
¿Y qué les respondió Dios? En el versículo 8 vemos la respuesta: "Cara a cara hablaré con él, y claramente, (Dios habló cara a cara con Moisés. En forma clara) y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Aquí podemos ver que Dios no perdonó ni al hermano ni a la hermana de Moisés por haber reprochado a su siervo. Dios se enojó con Aarón y con María y les dijo: "¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?" María fue infectada por la lepra. Aarón y María pensaron que Dios iba a confirmar Su amor para ellos. Aarón había sido elegido por Dios Mismo para que profetizara por Moisés y María era también una profetiza. Y por eso, se volvieron arrogantes. Y como no habían alcanzado la completa santificación y aún tenían maldad en su corazón, su arrogancia salió a relucir y pecaron gravemente al juzgar a Moisés, el siervo de Dios.
Nadie tiene derecho de juzgar ni de condenar a quienes han hablado cara a cara con Dios, oyen Su voz y aman a Dios. ¿Por que? Porque sólo Dios ve el interior del corazón. Juzgar a otra persona es ponerse en el lugar de Dios Dios no lo podrá considerar como justo ni recto. Y aun cuando Moisés podía parecer, según el criterio humano, estar equivocado; a los ojos de Dios, quien ve el corazón de cada uno, no lo estaba. Por eso Dios no toleró que Aarón y María murmuraran ni condenarán lo que Moisés había hecho.
Y como en esa época el Espíritu Santo aún no moraba en el corazón del hombre, Moisés jamás iba a actuar por su propia cuenta a no ser que Dios le hablara. Moisés sólo obraba de acuerdo a la voluntad de Dios, conforme Él lo dirigía y le hablaba. Por eso, no se debe juzgar ni condenar a nadie.
Ahora bien: ¿Cómo era Moisés? Números 12:3 nos da una descripción de Moisés. Y cita la escritura: "Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra." Dios consideraba a Moisés como el hombre más humilde y dócil de la tierra. Además, era fiel en toda la casa de Dios y por eso lo consideraba digno y confiable para hablar con él cara a cara. Moisés reflejaba en esa misma medida a Dios. Y sobreabundaba en misericordia y compasión; esto es, en amor espiritual.
Así, cuando María recibió la maldición de la lepra, Moisés oró fervientemente para que Dios la sanara. Si medita por un momento en el proceso que vivieron los israelitas desde que salieron de Egipto hasta que llegaron a Canaan, podrá entender por qué Dios defendió a Moisés y también podrá apreciar la humildad de Moisés. Luego de salir de Egipto, los israelitas continuaron pecando desobedeciendo la voluntad de Dios. Cada vez que enfrentaban problemas, por pequeños que fueran, siempre se quejaban contra Moisés, el siervo de Dios. Que era lo mismo que quejarse contra Dios. Dios los rescató de la dura esclavitud en Egipto a través de Moisés. Pero cuando el ejército del faraón iba persiguiéndolos, le dijeron a Moisés en Éxodo 14:11: "¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto?
Y mientras el pueblo se quejaba de esta manera, Moisés oró y el Mar Rojo se dividió en 2 y el pueblo pudo cruzar con seguridad, alabando a Dios por ello; y viendo luego como el ejército egipcio era tragado por las aguas. Sin embargo, su agradecimiento duró muy poco; y nuevamente comenzaron a quejarse de Moisés y murmuraron contra Dios por no tener alimento ni agua.
Incluso, intentaron apedrear a Moisés. Y aun cuando veían las numerosas señales y maravillas que Dios hacía a través de él, el pueblo era inconstante y por eso se enfrentaron a Moisés. Sin embargo, el amor de Moisés por ellos nunca varió.
Hermanos: Las señales y maravillas que Moisés manifestó en esa época, no pueden compararse con las que ustedes han visto en esta Iglesia. Y aun cuando han presenciado todas estas señales, milagros y prodigios, hay muchas personas que todavía no obedecen la Palabra de Dios. Volviendo al mensaje: Cada vez que el pueblo desobedecía, Moisés los perdonaba con misericordia y amor incondicional; y orando a Dios, daba lo mejor de sí para guiarlos a la tierra prometida. En el capítulo 32 de Éxodo, podemos ver la extraordinaria bondad de Moisés; y es un claro ejemplo de lo que es la verdadera bondad.
En este pasaje, Moisés había subido al Monté Sinaí para recibir los Diez mandamientos, pero como se tardaba en regresar, los israelitas se hicieron un ídolo en forma de becerro y lo adoraron. Dios le dijo a Moisés que iba a destruir a ese pueblo. Y en Éxodo 32:32, Moisés ora con gran sentimiento por ellos, diciendo: "Que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito."
Aquí: "Libro" se refiere al libro de la vida en el que están escritos todos los nombres de los hijos salvos de Dios. La frase: "Ráeme o bórrame ahora de tu libro" nos dice que Moisés estaba dispuesto incluso a ir al infierno si Dios no perdonaba al pueblo. Moisés quería salvar al pueblo de Israel ofreciendo su vida por ellos . No es que estaba buscando exaltarse; ni lo hacía por egocentrismo. Todo lo hacía para la gloria de Dios. Si los israelitas morían, los egipcios y los gentiles se burlarían de Dios. Y dirían que Dios los sacó de Egipto, para luego dejar que los destruyeran. Y eso no glorificaría a Dios.
Hermanos: Además de querer sacrificar su propia vida e ir al infierno, Moisés oró con amor por la gloria de Dios y por la vida de los israelitas. ¿Cómo no iba a tocar el corazón de Dios? Dios no podía hacer otra cosa que amar a Moisés. Y algunos dicen que Moisés no entró en la tierra prometida porque Dios se enojó con él. Si una persona tan mansa y bondadosa como Moisés no podía entrar a la Tierra prometida; entonces: ¿Quién podría ser salvo? Moisés durante 40 años pasó por infinidad de dificultades y consagró su vida a Dios. Sin embargo, algunos dicen que Moisés no puedo entrar en Canaan por su temperamento. Realmente me da mucha tristeza que no entiendan la Biblia.
Volviendo al tema: ¡Qué impactante debe haber sido para el corazón de Dios oír la oración de Moisés! La confesión de Moisés era absolutamente cierta. Su corazón era semejante al de Dios; es decir, no quería ver ninguna alma caer en el infierno. Hermanos ¿Pueden sentir el corazón de Moisés? Algunos no pueden entender su corazón y dicen: ¿Cómo podía haberse atrevido a ir al infierno en lugar de un pueblo que pecaba constantemente? ¿Hay alguno entre ustedes que tal vez se sienta un poco desanimado o decepcionado por eso? No deben sentirse así. De hecho, Moisés no fue tan bondadoso ni obediente desde el principio.
Moisés era hebreo, descendiente de Israel, pero como había sido criado por la princesa de Egipto, había sido educado en diversos aspectos mundanos de la vida. Disfrutaba de una excelente posición como príncipe de Egipto. Tenía mucho conocimiento y gozaba de riqueza y fama. No le faltaba nada material. Por eso, dentro de su corazón había orgullo y arrogancia.
Había tenido una infancia feliz. La hija del faraón lo había adoptado como su hijo y lo había criado como príncipe de Egipto. Incluso el faraón lo había aceptado en la corte por amor a su hija. Pero fue debido a esa arrogancia y prepotencia que un día Moisés mató a un egipcio que estaba maltratando a un hebreo.
Y debido a este incidente, Moisés huye al desierto de Madian. Y allí vive pobremente. En Madian, Moisés vive como pastor cuidando un rebaño de ovejas de un sacerdote madianita. Ya no era más príncipe, ni tenía riquezas ni gozaba de fama ni honor. Todo el conocimiento que había aprendido en Egipto no le servía de nada en su nueva vida como pastor de ovejas.
Y es precisamente durante esos años en que llega a sentir el amor de Dios y a ser humilde. ¿Qué dice el Nuevo Testamento de Moisés? Dice que consideró por mayores riquezas el insulto por Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón celestial. Por eso, podemos deducir que mientras estuvo con su madre hebrea, fue instruido acerca de Dios. Aprendió quién era Abraham y los demás padres de la fe. Toda esta enseñanza se volvió fe en él y mientras crecía en Egipto pensaba en sus orígenes y en el pueblo de Israel.
Dios no llamó a Moisés, el príncipe egipcio; sino a Moisés el pastor de ovejas de Israel, quien era tan humilde como para humillarse ante el llamado de Dios. Si su arrogancia, orgullo y su propia forma de hacer las cosas hubieran quedado en él; ¿Cómo podría haber tolerado y guiado durante 40 años en el desierto a un pueblo que lo difamaba y se rebelaba en su contra?
Moisés no tenía nada de EGO en su corazón, y por eso aun teniendo el respaldo de Dios, procuraba siempre humillarse todavía más ante Él. Moisés era el líder de más de 1 millón de personas, pero aun así no presumió delante de ellos, ni los obligó a hacer algo. Y así Moisés, a través de las pruebas, llegó a una total humildad y a limpiar su corazón de toda maldad y pudo sacar de Egipto al pueblo de Israel, con más de 600 mil jóvenes, y guiarlo a la tierra de Canaan.
Lo más importante para alcanzar un corazón bondadoso y compasivo es ser humilde ante Dios y cultivar y perfeccionar su corazón de bondad y de amor a través de las diferentes pruebas. Mientras más humilde y vacío llegue a ser en las pruebas, mayor será el amor de Dios que venga sobre usted y en mayor medida lo reflejará en su vida diaria.
La medida de bondad será diferente dependiendo de lo humilde que sea ante Dios. Por eso, es mi deseo que ninguno de ustedes llegue a ser como Aarón o María creyendo que su corazón ya ha sido perfeccionado. O que se sientan satisfechos y digan: "Ya he logrado que la gente me admire." Es ahí cuando uno se vuelve arrogante.
Oro en el nombre de nuestro Señor Jesucristo para que cada uno de ustedes se despoje de todo forma de maldad; llegue a la completa santificación y alcance la verdadera bondad y benignidad que Dios acepta.
Les he compartido que para alcanzar la bondad o ternura espiritual, no solo debe llegar a la santidad, echando fuera toda forma de maldad, sino también debe ser íntegro y honesto. Así como un hombre luce mejor cuando se pone ropa elegante, su bondad resplandecerá en la misma medida que su integridad. En la siguiente prédica, les hablaré cómo llegar a ser íntegros y honestos.
Amigos y Hermanos:
En mi camino como siervo del Señor, he podido sentir plenamente la bondad del corazón de Moisés. Siempre he enseñado la palabra de verdad y he mostrado el poder de Dios para que muchos pudieran creer en el Dios viviente, en el cielo y en el infierno. Pero cuando veo que algunos se oponen al reino de Dios y cometen pecados que llevan a la muerte, mi corazón se siente como el de Moisés.
Desde que recibí el llamado como siervo del Señor y establecí esta iglesia, he albergado en mi corazón el ferviente deseo de salvar a más almas de ir al infierno. La razón por la que he podido guiar a numerosas almas a la salvación es por el asombroso e indescriptible amor de Dios. Cuando por amor a Dios me esforcé por vivir de acuerdo a Su Palabra, Él puso en mí un corazón dispuesto para entregar, por amor y no por obligación, incluso mi propia vida por las almas.
He vivido más para salvar almas que para mí, con la firme determinación de morir por ellas si era necesario. Y fruto de ello es que Dios ha guiado a numerosas almas hacia la Nueva Jerusalén. ¿Y para quién es este amor de Dios? Su amor es para cada uno de ustedes. Pregúntense: ¿Qué clase de hijos serán ante Dios, quien los acepta y los ama con un corazón tan ancho y grande como el océano? Los animo a que tengan esta clase de corazón, sin maldad alguna, sino lleno de bondad y de amor; y con este amor, aceptar y acoger a toda persona.
Asimismo, les pido que recuerden cómo es una persona de mente estrecha y cómo una de mente ancha. No lo olviden. Solo cuando recuerden esto, podrán darse cuenta si se están comportando como alguien de mente estrecha. Y así podrán arrepentirse inmediatamente. Por favor. No digan: "Oh. Me estoy comportando como alguien de mente estrecha. No lo volveré a hacer." Se olvidarán de nuevo.
Tienen que arrepentirse de rodillas de sus pecados. Entonces, con toda seguridad recordaran lo que han hecho de mal. Si tan solo se arrepienten de labios, volverán a hacerlo otra vez. Deben arrepentirse de rodillas ante Dios. Oren con sabiduría: "Padre. He hablado y me he comportado como una persona de mente estrecha. He herido a otros con mis palabras. Por favor ayúdame a recordar tu Palabra y a obedecerla. No oren simplemente diciendo: "Recordaré esto y no lo volveré hacer." A menos que sea un hombre de espíritu. Si un siervo de espíritu ora así, cumplirá con su palabra. Pero otros no recordarán la Palabra de Dios y no la podrán cumplir. Por eso deben de orar así: "Por favor Padre ayúdame a recordar y a obedecer lo que me has enseñado." Aun si oran "Recordaré esto y no lo volveré a hacer"; si no lo guardan en su mente, mentirán a Dios. No deben de orar sin entendimiento. Aun las cosas más pequeñas pueden servir de obstáculo entre Dios y usted.
No deben mentirle a Dios. Si dicen que van a hacer algo, deberán de hacerlo. No digan: "Voy a hacer esto. Pero Padre, ayúdame a hacerlo. Dame gracia y fortaleza para cumplir." Si orá a Dios diciendo que va a hacer algo es porque tiene la seguridad que lo va a cumplir. De otra manera será un obstáculo entre Dios y usted. Su oración será una mentira, debe de orar con sabiduría.
Cuando tengo alguna reunión en mi oficina, siempre trato de enseñar algo. Alguien me dijo que le faltaba algo en su vida espiritual. Pero no tuve el tiempo suficiente para enseñarle. Cuando dicen: "Me falta algo. No puedo hacer esto o aquello." Creen que Dios se alegrará por esa confesión. Su hijo no puede cumplir con lo que se le ha encomendado. ¿Qué piensan que el diablo y Satanás harán? Pues estarán bailando de alegría. "Que bueno dirán: Un hijo de Dios no puede hacer lo que debe hacer." Sigan usando esa clase de palabras. Al enemigo le encantará.
Deben usar sus palabras con mucha sabiduría. Hay muchas expresiones positivas que también expresan el mismo sentido de "No poder cumplir con algo." No usen expresiones negativas directas como: "Padre. Por favor que no me falte algo" No reconozca la carencia sino ore así: "Padre, por favor haz de mí alguien con sabiduría y entendimiento." Esta clase de oración será del agrado de Dios.
Si los padres le dicen siempre a su hijo: "No sirves para estudiar. No eres inteligente." El hijo no será un buen estudiante. El padre ya sacó una conclusion. Su hijo no es inteligente y es perezoso. El hijo entonces perderá todo incentivo para estudiar y no estudiará. Por el contrario. Si cambia de expresión y dice: "Hijo. Si estudias de seguro aprobarás el año y tendrás un buen futuro," entonces lo animaran. Pero si constantemente lo regañan, entonces el mismo creerá que no puede estudiar y se volverá de verdad ocioso y mal estudiante.
Oro en el nombre del Señor Jesucristo para que, en estos tiempos finales, todos ustedes puedan guiar a muchas almas al camino de la salvación y lleguen a estar cerca del trono de Dios como verdaderos hijos suyos.

AMEN

 
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